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10 SECRETOS Y TESOROS PARA DESCUBRIR LA COMARCA DE TOLOSALDEA
La fascinante comarca de Tolosaldea, se encuentra situada en la parte oriental de Gipuzkoa, haciendo muga con Navarra por el este.
UNAS PINCELADAS SOBRE TOLOSALDEA
Vertebrada alrededor de Tolosa, importante e histórica población que incluso pugnó con Donostia (siéndolo durante algunos años) por la capitalidad de la provincia, la comarca de Tolosaldea, cuyos pueblos nacieron y crecieron alrededor del río Oria y en los valles circundantes, cuenta con numerosos atractivos que la hacen digna de ser visitada y explorada en profundidad. Sirvan estos diez pequeños y grandes tesoros como una pequeña muestra de toda la belleza que esconde la comarca de Tolosaldea.
MIS DIEZ SECRETOS Y TESOROS PARA DESCUBRIR LA COMARCA DE TOLOSALDEA:
1. Los saltos de agua de Alkiza
La comarca de Tolosaldea, guarda auténticos tesoros naturales, cuya mejor forma de ser descubiertos son pateándonos sus pueblos y montes. En el pequeño pueblo de Alkiza, situado en la vertiente norte del monte Hernio, se encuentra uno de estos pequeños tesoros, los saltos de agua que se desprenden desde las peñas de Belako, o Belako harkaitzak.
Llegar hasta este bonito rincón de Tolosaldea es muy fácil. Para ello, debemos salir de Alkiza y seguir el sendero «vuelta a Askantxo, SL-GI 9», que se encuentra debidamente marcado. Tras pasar una pequeña central hidroeléctrica, llegaremos a un puente que cruza el riachuelo de Mendabe. Junto a este puente, podremos contemplar el último tramo de estos preciosos saltos de agua.
2. Caserío Lete
Como hemos visto, Alkiza es un precioso pueblo de la comarca de Tolosa rodeado de una belleza salvaje y con un notable patrimonio, como su iglesia parroquial de San Martín, cuyos retablos podemos admirar en la foto que encabeza el post. Además, Alkiza posee la particularidad de poder alojarnos en uno de sus edificios monumentales, el noble e imponente caserío Lete, que actualmente funciona como casa rural.
El caserio Lete o Lete baserria en euskera, data del siglo XVII, y está considerado patrimonio histórico, por lo que alojarse en él, es adentrarse en la historia de Euskal Herria. Un lugar ideal desde donde descubrir los secretos de Tolosaldea y de toda la provincia de Gipuzkoa.

3. Valle de Berastegi
En la parte oriental de Gipuzkoa, se encuentra uno de los parajes más bellos de la provincia, el valle de Berastegi, o Berastegiko bailara. Articulados alrededor del río Zelai, también conocido como río Berastegi, se encuentran los pueblos de Berastegi, Elduaien, Berrobi e Ibarra. Durante el siglo XVIII, el valle de Berastegi se convirtió en la principal vía de unión entre Gipuzkoa y Navarra, gracias al Camino Real.

El pueblo de Berastegi, se encuentra situado en un amplio valle, conocido como «Depresión de Berastegi», rodeado de verdes pastos y salpicados de bosques, que lo convierten en una de las postales más bonitas del país.
En Berastegi, destaca su parroquia de San Martín, monumento gótico del año 1505 en que es de reseñar su gran atrio rústico donde antiguamente se reunían los vecinos del valle, una de los muchos lugares mágicos que nos encontraremos en nuestra visita a la comarca de Tolosa.
Después de salir de Berastegi, nos internaremos en un angosto valle que nos conducirá a Tolosa después de pasar por Elduaien, Berrobi e Ibarra. Pero antes de llegar a la capital de la comarca, aún tenemos varios tesoros que descubrir.
4. Los langostinos de Ibarra
Aunque la comarca de Tolosaldea se encuentra a casi 30 kilómetros del mar, uno de sus pueblos puede presumir de producir algunos de los langostinos más afamados, los conocidos como langostinos de Ibarra. Y es que con este curioso apodo, se conocen a las guindillas (piparrak) de Ibarra. Estas guindillas son de una variedad autóctona, apreciadas por su carne fina y un sabor suave que apenas pica.
Estas guindillas se pueden consumir de muchas maneras, con un chorrito de aceite y una pizca de sal, acompañando a un buen plato de alubias o de aperitivo junto a una aceituna y una anchoa para conformar la famosa «Gilda«. Un tesoro culinario que os recomiendo no perderos.
5. Iglesia de San Juan Bautista de Belauntza
Y una vez en Ibarra, nos podemos desviar hasta el pueblo de Belauntza para descubrir uno de los tesoros artísticos de Tolosaldea, la iglesia de San Juan Bautista.
A lo largo de los siglos, diferentes estilos arquitectónicos se han ido superponiendo en la iglesia de San Juan Bautista, dando como resultado un templo único en la provincia.
Las intervenciones arqueológicas, han sacado a la luz restos de una construcción anterior al siglo XI, tal vez romana, y un altar de bloque del siglo XI. También se descubrieron los restos de un ábside semicircular datado en la 1ª mitad del siglo XIII, de estilo románico. En su exterior, podemos ver restos góticos, como la portada sur o el óculo absidial, y la parte más destacada del templo, la portada clasicista, que además conserva la puerta de madera original.
6. El monte Hernio
Enclavado en el corazón de Gipuzkoa, se encuentra uno de los montes más emblemáticos de nuestra tierra, el monte Hernio. Visible desde muchos de los pueblos de Tolosaldea, el monte Hernio es una de las ascensiones imprescindibles para los montañeros vascos. Hasta hace no muchos años, su cumbre se hallaba sembrada de cruces, siendo seguramente el monte que más cruces poseía de nuestra geografía. Sin embargo, aunque la mayoría de estas treintena de cruces fueron retiradas, el monte Hernio sigue envuelto por la bruma del misterio.
Una de las antiguas leyendas sobre este monte, hace referencia a una batalla mitológica que se produjo en sus faldas entre los romanos y las tribus indígenas que vivían en sus inmediaciones.
Los secretos del monte Hernio. La montaña mágica de Gipuzkoa.
Junto a la venta de Iturrioz, de donde parte una de las subidas más populares al monte, se encuentra una fuente a la que se le atribuyen propiedades curativas. Una de las cruces del calvario que hay antes de llegar a la cumbre, se encuentra rodeada por unos aros de metal que según la tradición, hay que pasar por los miembros enfermos para sanarlos.
Durante el último domingo de agosto, y todos los de septiembre, se realiza la popular romería al monte Hernio, donde los romeros que llegan hasta su cima atan cintas de colores en sus cruces. La subida al monte Hernio se puede realizar desde varios pueblos de Tolosaldea, como Alkiza, Albiztur, Larraul, Hernialde o Bidania. El tiempo de subida depende de la zona desde la que salgamos, pero es una de la excursiones imprescindibles desde la comarca de Tolosa.
7. Los bosques de Albiztur
Muy cerca de Tolosa, junto a la carretera que desemboca en Azpeitia, se encuentra la localidad de Albiztur, famosa por las deliciosas alubias negras de Tolosa que se sirven en sus restaurantes.
Pero además, abrazando Albiztur, encontraremos uno de los bosques más espectaculares de Gipuzkoa, con hermosos ejemplares de hayas, robles y castaños. Aunque cualquier época del año es recomendable para visitar Albiztur, los colores otoñales le otorgan a sus bosques un aspecto realmente mágico. Un auténtico tesoro natural de Tolosaldea.
8. Hotel Iriarte Jauregia
En Bidania-Goiatz, el pueblo que se encuentra a mayor altitud de la comarca de Tolosaldea y de Gipuzkoa, se encuentra un antiguo palacio restaurado y reconvertido en uno de los hoteles más lujosos de la provincia, el hotel Iriarte Jauregia.
Este majestuoso palacio neoclásico, fue erigido en el siglo XVIII en el barrio de Bailara de Bidania, en la parte alta del pueblo. El palacio nos da la bienvenida a través de su fachada principal, que cuenta con tres arcos de medio punto. En lo alto, un gran escudo de piedra nos recuerda el pasado señorial de sus moradores. En su exterior, un gran jardín con centenarios árboles completan el idílico cuadro.
Junto al palacio, se encuentra la pequeña ermita barroca dedicada a Santa Agueda. Según la tradición, a la santa le cortaron los pechos por no renunciar a su fe, por lo que las mujeres de los alrededores acudían hasta esta ermita para rogar por un buen parto y curarse las dolencias de los senos.
En 2009, el palacio fue totalmente reformado, transformándolo en un lujoso hotel de cuatro estrellas. Además de contar con un entorno privilegiado, el hotel cuenta con un restaurante donde podremos degustar una cocina de primer nivel.
9. El gigante de Tolosaldea
En el año 1818, nacía en el caserío Ipintza Haundi de Altzo Migel Joakin Eleizegi Arteaga. Su vida trascurría con la normalidad de un chico de su edad de un pequeño pueblo, hasta que al cumplir los veinte años, Joakin comenzó a crecer muchos más que el resto de chicos de su edad.
El causante de ese repentino y espectacular crecimiento fue la acromegalia que desarrolló (enfermedad conocida como gigantismo), llegando a alcanzar los 2.42 m de altura y envergadura, y a pesar 212 kilos.
No hay que decir, que tal excepcional complexión no paso desapercibida para sus vecinos, ni tampoco para varias personas que quisieron hacer negocio con él. Joakin fue exhibido por media Europa, y llegó incluso a ser presentado ante reyes y reinas. Sin embargo, Joakin nunca fue feliz con ese tipo de vida y prefirió retirarse a su localidad natal, donde murió en 1846 por una tuberculosis.
10. ¿El primer plano urbano de Euskadi?
Aunque a primera vista, el pequeño pueblo de Anoeta nos pueda pasar desapercibido, junto a el se encuentra uno de los castros de la Edad del Hierro mejor conservados de la provincia.
Los arqueólogos llevan varios años desentrañando los secretos del poblado de Basagain, encontrando numerosos objetos como herramientas de hierro o un brazalete de vidrio proveniente de Europa Central. Sin embargo, en el año 2018 los arqueólogos encontraron varias lajas de piedra arenisca con incisiones rectilíneas, destacando una de ellas sobre el resto. Esta laja triangular se encuentra grabada con incisiones paralelas a cuyos lados hay bandas rectangulares, por lo que los investigadores creen que pudiera tratarse de un plano que representa una parte del poblado fortificado o bien una representación de las parcelas agrícolas.
#Basagain Hiri-planoaren marrazkia pic.twitter.com/3BrUNtt5nK
— Nutriben. Mentxu Zorita (@nutriben) February 18, 2019
Mientras se resuelve el misterio de si aquí se creó el primer plano urbano de Euskadi e incluso de la península ibérica, nosotros podremos llegar hasta la cima del pequeño monte donde se encontraba el poblado de Basagain a través de un sencillo recorrido que se encuentra bien señalizado. Pudiendo así conocer mejor su historia gracias a los paneles explicativos que allí se encuentran.