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ASCAIN, UN PUEBLO BAJO LA SOMBRA DEL MONTE LARRÚN. QUÉ VER EN AZKAINE
A los pies del monte Larrún, y a muy pocos kilómetros de la frontera española, se encuentra el pequeño pueblo de Ascain (Azkaine en euskera), una comuna vascofrancesa de 4.000 habitantes que vive fuertemente ligada a su entorno natural.
BREVE HISTORIA DE ASCAIN
Cuando el filólogo Louis-Lucien Bonaparte, sobrino de Napoleón, realizó el estudio sobre los diferentes dialectos de la lengua vasca, englobó al euskera que se habla en Ascain o Azkaine dentro de la variedad labortana. Y precisamente para algunos estudiosos, el mismo nombre de Ascain provendría de la palabra haitz, peña o roca en euskera.
PREHISTORIA DE AZKAINE
Y es probable que los pastores protohistóricos que dejaron su huella en forma de monumentos funerarios en los alrededores de Ascain, hablasen ya este lenguaje milenario (con las inevitables modificaciones que acarrean los siglos).
Los primeros restos históricos de Ascain datan del Eneolítico, los montes de alrededor y especialmente las laderas del monte Larrún se encuentran jalonados de dolmenes y crómlechs.
ASCAIN EN LA EDAD MEDIA
Después de varios siglos de oscuridad, Ascain hizo su primera aparición en la historia escrita en 1130, en una donación del vizconde de Labort o Lapurdi en euskera, a la iglesia de Baiona. En 1341, aparece mencionada por primera vez la iglesia de Azkaine. También en el siglo XIV, se fundó el linaje de la casa de Ascain, cuyo primer señor fue Martin Otxoa de Gaztelu. Este linaje, como el resto de señores feudales de la zona, se involucró en la guerra civil que se inició en el Reino de Navarra entre agramonteses y beaumonteses.
BRUJAS E INQUISIDORES
En el siglo XVI, cuando el alto funcionario Pierre de Lancre, llegó a Lapurdi para investigar los supuestos casos de brujería por orden del rey Enrique IV, Ascain también se vio sumergida en la ola de terror y persecución por parte de las tropas reales.
Las correrías del «inquisidor» terminaron, cuando la mayoría de los hombres de los pueblos investigados, que se dedicaban a la pesca del bacalao, llegaron de la campaña de Terrranova y se rebelaron de forma violenta contra Pierre de Lancre, que ya había dejado un reguero de personas torturadas y ajusticiadas en la hoguera.
En Ascain, Pierre de Lancre interrogo a varios vecinos y acabo acusando al sacerdote de ser un mago, por lo que mandó ahorcarlo y ser quemado en la hoguera.
EDAD MODERNA guerras y hambre
Durante la Guerra de los Treinta años, Ascain fue ocupada por las tropas españolas de octubre de 1636 a octubre de 1637. Sin embargo, lo peor vendría unos pocos años después, ya que en Ascain se desató una pequeña guerra civil a nivel local, enfrentado a dos bandos, los sabelchourris (cinturones blancos) y salbelgorris (cinturones rojos) que apoyaban a dos bandos enfentados, los señores de Urtubia y de Senpere.
Durante la Revolución Francesa, las nuevas autoridades revolucionarias declararon “comunas infames” a muchos pueblos de Lapurdi, históricamente tradicionalistas y católicos, como Sara, Ainhoa, Ezpeleta y Ascain, siendo muchos de sus habitantes deportados en unas condiciones inhumanas a las Landas, y no pudiendo volver a sus localidades de origen hasta varios años después.
En 1813, durante la Guerra de Independencia Española, después de que los últimos contingentes franceses fueran expulsados de Gipuzkoa, el duque de Wellington al mando de las tropas anglo-españolas, penetraron en Francia. De esta época, datan los reductos napoleónicos que se encuentran en las alturas sobre Ascain.
Como curiosidad, dos importantes generales napoleónicos murieron luchando contra las tropas de Wellington en Ascain, por lo que sus nombres tienen el honor de estar entre los 660 nombres que se encuentran grabados en el Arco del Triunfo de París.
Durante la Segunda Guerra Mundial, varios vecinos de Ascain colaboraron con la resistencia francesa y la Fuerzas Francesas Libres, por lo que en 1947, el general De Gaulle visitó Ascain para agradecer su esfuerzo en la Segunda Guerra Mundial.
Un monumento conmemorativo se encuentra junto a la plaza de Azkaine para recordar a todos los jóvenes de la localidad que murieron durante la contienda.
QUÉ VER EN ASCAIN. PATRIMONIO CIVIL
Los frontones.
En Ascain, como en cualquier localidad vasca, no puede faltar el frontón, alrededor de donde giraba la vida social de sus habitantes. En Ascain hay 3 frontones y un trinquete. El frontón más antiguo se encuentra en la plaza del pueblo, junto al hotel De-La-Rhune, construido en 1863 y reconstruido en 1932. Este frontón es de “plaza libre”, lo que significa que solo costa de una pared o “frontis”.
Puente romano
Sobre el río Nivelle, se encuentra el puente de piedra coloquialmente conocido como “puente romano”, aunque está claro que no data de esta época.
Este puente de origen medieval costa de 3 arcos desiguales, siendo los arcos laterales de menor tamaño y ascendiendo hasta el arco central, el más grande. Esta característica silueta de los puentes medievales se denomina como “lomo de asno”.
En 1813, durante los choques entre las tropas del duque de Wellington, y los soldados napoleónicos, el arco central fue destruido para retrasar el avance de las tropas anglo-portuguesas.
Casa de Ferdinand Pinney.
Tras el «puente romano», se puede adivinar una extraña vivienda más propia de otras latitudes. Se trata de la casa construida por el decorador de cine estadounidense Ferdinand Pinney Earle (1878 – 1951) en 1930 e inspirada en las construcciones de los pueblos indígenas de Arizona. Esta vivienda fue conocida por los Aizkandarras como “eroen etxea” o casa de los locos, ya que sus habitantes no estaban acostumbrados a las fiestas que se celebraban aquí y en las que se podía ver a famosos como Marlene Dietrich, Charles Chaplin o Maurice Ravel.
En 1940, alarmado por el avance de los alemanes, Ferdinand Pinney abandono Ascain con susfamilia. Algunos lugareños cuentan que Ferdinand arrojó su lujoso coche al río Nivelle para que no cayese en manos de los nazis, y que aún seguiría en el fondo del río.
QUÉ VER EN ASCAIN. PATRIMONIO RELIGIOSO
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Ascain, hunde sus raíces en la Edad Media, aunque fue inaugurada en 1626 por el rey Luis XIII, que estaba llevando a cabo una campaña contra los hugonotes (protestantes franceses) en la zona.
Como en otras iglesias de la zona de Lapurdi, la iglesia cuenta con tres galerías que estaban reservadas para las mujeres. Su suelo se encuentra cubierto con varias losas sepulcrales, siendo la más antigua de 1920.
A pocos kilómetros de la costa atlántica, y junto al pico Larrún, uno de los monte vascos más emblemáticos, no puedes perderte esta bonita población vasca que ha atraído a lo largo de su historia a personajes de la talla de Winston Churchill.