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BERA DE BIDASOA, HISTÓRICA POBLACIÓN FRONTERIZA QUÉ VER EN VERA
La historia de la fronteriza Bera de Bidasoa, está estrechamente ligada a las guerras entre Francia y España y los conflictos civiles acontecidos durante los siglos XIX y XX, lo que ha convertido a esta localidad navarra en el escenario de múltiples batallas y a la población civil en protagonista involuntario de la sinrazón de la guerra.
BREVE HISTORIA DE BERA DE BIDASOA
La Edad Media fue un periodo cruel, especialmente en la cuenca del Bidasoa.
Las epidemias como la peste, las malas cosechas y las guerras golpearon especialmente este territorio fronterizo.
Los primeros datos demográficos sobre Bera nos lo da el apego fiscal de 1366, en el que se le asigna 48 fuegos, por detrás de Lesaka que contaba con 52 fuegos. Si comparamos con otras poblaciones de su alrededor como Doneztebe y Sunbilla, con 23 fuegos cada una, o Etxalar con 14, vemos que fue una importante villa durante el siglo XIV.
En aquella época, los habitantes de Bera, así como de toda la comarca, se dedicaban a la agricultura, sobre todo al cultivo de trigo, mijo y manzanas para hacer sidra, la ganadería y las ferrerías.
Las ferrerías, y todo el trabajo que generaban su alrededor (trabajo en minas, carboneros, transporte, etc..) daba de comer a muchas familias de la villa, incluso los reyes de Navarra llegaron a tener varias ferrerías en Bera de Bidasoa, tales como Erausate, Inzola, Garmendia y Marcadi.
⛏¿Sabías que tal era la importancia que los reyes daban a la minería y las ferrerías, que el rey Carlos III contrató en 1392 a unos mineros alemanes para que hiciesen reconocimientos en Bera?
Su situación junto a la frontera con Lapurdi y Gipuzkoa (incorporada a Castilla en 1200) hizo que los habitantes de Bera reclamasen a la corona la exención de tributos como contraposición al continuo peligro que sufrían y los sacrificios que debían realizar.
Así en 1402, el rey Carlos III, confirmaba y ampliaba los privilegios de Bera de Bidasoa «considerando los traballos et enuyos que pasan en defensión de nuestra tierra, et regno, et segunt el lugar donde son poblados en las fronteras de Guipúzcoa y de Labort é por tal que los lugares sobredichos puedan mejor multiplicar, et abundar de pueblo, á nuestro honor é servicio»¹
Y es que está zona, así como otras de Navarra lindantes con Gipuzkoa eran conocidas como «fronteras de malhechores» por las continuas incursiones de uno y otro lado.
Como en el año 1309, cuando «los banidos de Ipuzcoa robaron los caballos de las villas llamadas Cinco Villas (Berra, Lezaka, Echalarre, Aranaz e Iganzi) el Merino los recuperó»
En 1426 contaba Bera con cinco ferrerías: Olanverria, Marzedia, Semea, Juzola y Garmendia², aunque al declararse la guerra entre Castilla y Navarra en 1429 sufrieron graves desperfectos, ya que las ferrerías y molinos eran uno de los objetivos predilectos de los gipuzkoanos.
Durante la conquista de Navarra, el señor de Álzate se mantuvo fiel a los legítimos reyes de Navarra. Sin embargo, cuando vio que la guerra se inclinaba hacía el lado castellano, el caudillo local se alió con los invasores.
Cuando las tropas franco-navarras dirigidas por el delfín Francisco de Valois y el rey Juan de Albret entraron en Gipuzkoa y Navarra en un intento de reconquistar el reino, el señor de Álzate, se opuso, con los vecinos de Bera, a la invasión.
Por ello, en 1514 el rey Fernando el Católico, concedió la remisión de los cuarteles y otros derechos reales a los habitantes de Bera durante 20 años «considerando que habían sido saqueados por los franceses, sufriendo además un gran incendio».
A partir del siglo XV parece que hubo un aumento constante de población. En un documento de 1671 la misma villa de Bera de Bidasoa indica que tiene doscientas cincuenta casas y cuatrocientos hombres capaces de empuñar las armas, por lo que parece que ya se había recuperado del incendio sufrido en 1638 por parte de las tropas francesas.
Los siguientes siglos no fueron menos tranquilos. A finales del siglo XVIII, Bera fue ocupada por las tropas de la Convención francesa.
Años más tarde, fueron las tropas napoleónicas las que se instalaron en Bera, y cuando las tropas inglesas del Duque de Wellington llegaron a Bera, se produjo la famosa batalla del puente de San Miguel.
Durante las guerras carlistas, Bera fue un objetivo clave tanto para las tropas liberales como para los carlistas. En uno de estos choques, los liberales prendieron fuego a la iglesia de San Miguel.
UN PASEO POR BERA
Para conocer Bera de Bidasoa y su historia podemos comenzar por la plaza de los Fueros. En la esquina de esta plaza se encuentra el monumento a Fermín Legia, natural de Bera, que se alistó junto a Espoz y Mina para combatir contra las tropas napoleónicas. Legia, al mando de 15 hombres, conquistó el castillo de Hondarribia, en manos de los franceses, acción por la que fue ascendido a teniente.

Desde la plaza de los Fueros, dirigimos nuestros pasos hacía el ayuntamiento, edificio que fue construido en 1776.
Destacan en este, los dibujos de la fachada que fueron pintados por el artista local Ignacio Larramendi, sobre los bocetos de Julio Caro Baroja, que se basó en los restos de pinturas encontradas durante la renovación de la fachada.
En un extremo del pórtico del ayuntamiento o «Herriko Etxea», podremos ver la escultura en recuerdo de los asesinados y represaliados en Bera durante la Guerra Civil (1936-1937).

El conjunto escultórico, de título «Ahantziak 1936-1939», es obra de Mikel Iriarte Antsorena y está formada por la escultura principal, que representa a dos mujeres abrazándose, así como una lápida en el suelo y unas huellas en recuerdo de los exiliados.
Junto al ayuntamiento se encuentra la casa Larunbe, edificio construido en 1796 y que tiene el escudo de armas de los Legia. En 1813 pernoctó en la casa José Bonaparte, tras las últimas derrotas francesas de la guerra de independencia.
Poco después sería el mismísimo Duque de Wellington quien pernoctase en la casa. Sobre la plaza del ayuntamiento se yergue como imponente protectora la iglesia de San Esteban.
Iglesia de San Esteban de Bera de Bidasoa
Los orígenes de la iglesia de San Esteban de Bera son bastante curiosos, ya que se edificó aprovechando una casa-torre gótica, es decir, una fortaleza de algún poderoso señor local.
De planta de cruz latina y bóvedas de crucería, el edificio fue erigido en el siglo XVI, guardando en su interior un retablo mayor de origen neoclásico del siglo XIX y uno de los órganos más famosos de Navarra.
Al interior de la iglesia se accede por una portada de arco apuntado protegida por un pórtico del siglo XIX sostenido por cinco columnas de orden dórico.
En su exterior, destaca el jardín adornado con antiguas estelas discoideas procedentes del antiguo cementerio de Bera.
Si continuamos por la calle Legia, llegamos a la casa Eltzaurpe Ttiki, que mantiene vestigios góticos en la puerta y una ventana.
El siguiente edificio notable se trata de Lazarobaita, en esta casa se hospedó el pretendiente absolutista Carlos VII durante la segunda guerra carlista.
En la calle Altzate se encuentra la casa Karnaxenea, en cuya viga de madera se recuerda el gran incendio provocado por los franceses el 16 de julio de 1638 y que arrasó con la mayoría del pueblo. El texto grabado en la viga es el siguiente: «POR FIEL Y SERBIZIO DE SU MAGESTAD FUE QUEMADA ESTA BILLA A 16 DE JULIO EN AÑOS 1638«.
Siguiendo por la calle Itzea llegamos a la casa del siglo XVII que da nombre a la calle y al barrio, en la que se instaló en 1912 la familia Baroja.

Continuando con nuestro recorrido por Bera llegamos a la plaza del señor de Altzate.
ALTZATEKO JAUNAREN PLAZA
Donde antiguamente se encontraba la casa-torre de los Alzate, el linaje de banderizos que aterroziraron a los habitantes de Bera, hoy podremos disfrutar de una de las postales más bonitas de la villa fronteriza.
Sus coloridas casas, que en primavera se visten de flores, miran hacía la pequeña regata de Zia, atravesada por un pequeño puente.
Junto a la plaza, se encuentra el humilladero neoclásico donde un Cristo Crucificado se encuentra protegido por dos columnas de orden dórico.
Y por supuesto no podemos dejar Bera sin visitar el puente de San Miguel, testigo y protagonista de una dura batalla acontecida el 1 de septiembre de 1813 entre las tropas francesas y las aliadas durante la Guerra de la Independencia.
Interesante el artículo.
Una pregunta; ¿n qué guerra se encuadra el incendio de la casa Karnaxenea?
Gracias
Hola.
El incendio se enmarca dentro de la guerra franco-española(1635-1659). El 8 de julio de 1638 los franceses atacaron la provincia de Gipuzkoa y varias localidades fronterizas navarras, incendiando Bera el 16 de julio de 1638.
Gracias a ti por leer el post. Un saludo!
Arratsalde on Aitor:
Estamos ultimando un trabajo sobre el «Nobiliario de Bortziriak», por encargo de los 5 ayuntamientos, y nos gustaría saber si pudiéramos contar con las fotos de la casa Karnaxenea, la que recoge la inscripción entera y el detalle mismo de la quema.
Yo intentaré sacar esta misma semana algunas fotos caso que pueda ir con un amigo mío. Pero por si acaso, me gustaría saber si pudiéramos contar con ellas.
Milesker. Iñaki.
Kaixo Iñaki!
Sin ningún problema, te mando las originales si quieres.
Ondo izan!
Hola, que interesante – llevo tiempo investigando sobre Bera de Bidasoa, y quiero saber mucho mas; sobre todo de la historia medieval.
Planeo ir a Bera, si no este anho, el proximo – y desde alli hacer el camino de Santiago con mi esposa.
Es posible tener tu contacto directo.
Gracias.
Hola.
Te dejo mi correo electrónico para cualquier consulta que quieras hacerme:
https://www.sitioshistoricos.com@gmail.com
Saludos
Buenas noches.
Vuestro pueblo entro en mi conocimiento por un amigo que estuvo allí en la década del 70 del siglo pasado, uno de los lugares cuáles recurría en su soledad era a la estación de trenes o terminal,no recuerdo bien, es posible poder ver fotos de esos lugares? Tendría un gran valor afectivo ya que ha fallecido no hace mucho ysus cartas hacían referencia a los sitios antes nombrados.
Muchas gracias, saludos desde Santa Lucia, URUGUAY.