El 24 de junio de 1859 se produjo la batalla de Solferino, en el norte de Italia, en el que el ejercito austríaco se enfrentó contra el francés y el piamontés en el marco de la unificación italiana. Como consecuencia del choque, casi 40.000 soldados de ambos bandos resultaron muertos o heridos.
La casualidad hizo que se encontrase cerca del lugar de la batalla el suizo Henry Dunan. Al observar como los heridos acababan muriendo por la falta de atención sanitaria, se puso manos a la obra y ayudado por las mujeres de los pueblos cercanos, socorrieron a los heridos sin hacer distinción de uniforme ni nacionalidad. Ese primer acto desinteresado fue el germen de la cruz roja.
En España la primera intervención de la cruz roja fue en la tercera guerra carlista, en la conocida como “acción de Orokieta”, nuestra particular batalla de Solferino. En ella hizo aparición nuestro también particular Henry Dunan, el médico navarro Nicasio Landa.

Nicasio Landa fue un autentico adelantado, siendo uno de los fundadores de la cruz roja española e inventor del mandil Landa.

Origen: http://www.albumsiglo19mendea.net/cas/ficha.php?foto=001111&codigo=1111
…el doctor don Nicasio Landa, que en I de septiembre de 1863, presenta a los delegados de una reunión internacional su conocido “delantal Landa”, de construcción sencilla, y que permite en terrenos difíciles, sustituir a la camilla, con la posible comodidad para el herido.¹
Este consistía en una persona que llevaba el mandil landa, donde se transportaba al herido ayudado por otra persona que sujetaba una vara de madera al otro extremo.
Dotado de un talento organizador facultativo, presente siempre donde era reclamados sus servicios, escritor correcto y concienzudo, tuvo su pluma al servicio de la caridad, y sus publicaciones fueron traducidas a diferentes idiomas, consolidándose su nombramiento de inspector general médico de la cruz Roja Española por real orden del 6 de julio de 1864.²
La batalla
En 1872 el pretendiente al trono de España Carlos VII se encontraba en la localidad navarra de Orokieta junto varios miles de seguidores (pertrechados con más entusiasmo que fusiles todo hay que decirlo) cuando el 4 de mayo las tropas gubernamentales al mando del general Moriones entraron por sorpresa en la localidad pillando en bragas a los legitimistas.

http://www.albumsiglo19mendea.net/cas/ficha.php?foto=000812&codigo=812
Las fuerzas liberales, al mando de Moriones, sumaban tres mil quinientos hombres. Desplegadas en cinco columnas, avanzaron en un rápido movimiento envolvente, a las tres de la tarde del día 4 de mayo, sobre las tropas de D Carlos que habían alcanzado Oroquieta. Hora y media duró la resistencia carlista. Ninguna descripción superará a la impresión recogida en los apuntes de Don Carlos “Sorpresa…sin armas sin nada, nos destrozan como era natural, en vano busco reanimar a la gente…Solo, con tres hombres, rompo tres líneas enemigas…con el alma como Don Rodrigo en Guadalete”. ³

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La batalla fue un desastre para las tropas carlistas, conociéndose a partir de entonces como el desastre de Orokieta. El pretendiente a punto estuvo de ser capturado, pero pudo escapar a Francia para reorganizar sus tropas.

Origen: http://www.albumsiglo19mendea.net/cas/ficha.php?foto=001668&codigo=1668
D Carlos tuvo que salvarse a uña de caballo, quedando prisioneros en poder de Moriones unos 700 voluntarios, los que fueron encerrados en la pequeña iglesia del pueblo, como sardinas en cubo. Los prisioneros fueron deportados a Canarias, Cuba, etc…4


Bibliografía
¹ y ² Problemas del traumatismo ocasional Dr. D. Víctor Manuel Nogueras
³ y 4 Historia del carlismo Román Oyarzun Oyarzun