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EL GRAN CASINO DE SAN SEBASTIÁN. DESCUBRE EL GLAMUROSO PASADO DEL AYUNTAMIENTO DE DONOSTIA
ORÍGENES DEL GRAN CASINO DE SAN SEBASTIÁN
lo largo del siglo XIX, el turismo de salud basado en las aguas termales y marinas, se puso de moda entre las clases pudientes europeas. Muchas localidades no tardaron en subirse a la ola del incipiente fenómeno turístico creando infraestructuras para atraer a los nuevos visitantes.
Un clima templado y agradable y unas tranquilas playas protegidas de las embestidas del mar Cantábrico, otorgaban a nuestra ciudad unas condiciones ideales para atraer a los turistas atraídos por los baños de mar.
La reina Isabel II de España, siguiendo las recomendaciones de sus médicos para curar sus problemas cutáneos, comenzó a visitar Donostia a partir del año 1845 . Posteriormente, fueron otros miembros de la realeza española los que empezaron a frecuentar nuestras costas.
E incluso el emperador francés Napoleón III y su esposa Eugenia de Montijo visitaron San Sebastián aprovechando que veraneaban en la cercana Biarritz. Como no, la presencia de los miembros de la realeza, atrajo a multitud de personas adineradas a veranear a la ciudad.
A finales del siglo XIX, la mejora de las infraestructuras, como la llegada del ferrocarril, y el final de las guerras carlistas, desencadenó en la ciudad un auténtico “boom turístico” de alto standing.

Y claro, no solo había que alojar y alimentar a los veraneantes, si no que también había que entretenerlos, así que en 1882 se empezó a construir el Gran Casino de San Sebastián, inaugurándose el 1 de julio de 1887.
Como nos podemos imaginar, el casino fue inaugurado por todo lo alto, contando con la presencia de la reina Regente, María Cristina de Habsburgo.
San Sebastián promete ser durante el verano una especie de sucursal de Madrid.
Ayer se inauguró solemnemente el Casino nuevo de aquella ciudad. Hubo brillante baile de sociedad en el suntuoso salón destinado a estas fiestas, y que estaba espléndidamente iluminado. La orquesta ha venido de París. El cotillón fue magnifico. El Casino estaba iluminado exteriormente con mucho gusto. Asistieron a la inauguración más de 3.000 personas, entre las que había muchas elegantes damas.
La Época (Madrid. 1849). 2/7/1887, n.º 12.550, página 3
LA CONSTRUCCIÓN DEL GRAN CASINO DE SAN SEBASTIÁN
Más de 300 accionistas financiaron la creación del nuevo casino, que se construyó sobre los terrenos cedidos por el consistorio donostiarra durante 60 años.
El resultado, fue el bello edificio que preside los jardines de Alderdi-Eder y funciona actualmente como consistorio municipal. Sin lugar a dudas, los donostiarras podemos presumir de tener un ayuntamiento con mucho “glamour”.
En la planta baja se encontraba el restaurante, el café, varias salas sociales y el “Salón Amarillo”, donde se encontraban varios juegos legales.
Las majestuosas escaleras de mármol blanco conducían al Gran Salón de fiestas, que hoy día sirve como Salón de Plenos y donde se celebran las bodas civiles.
En la planta superior se encontraban los salones de juego, que estaban destinados a los visitantes foráneos y prohibidos a los donostiarras, ya que por aquel entonces la sociedad española seguía siendo muy conservadora y crítica con los juegos de azar, aunque se hiciese una excepción con la capital del veraneo.
EL GRAN CASINO, NIDO DE ESPÍAS
Durante la Primera Guerra Mundial, España se mantuvo neutral, por lo que San Sebastián se convirtió en un punto de reunión para personalidades provenientes de toda Europa. Embajadores, aristócratas, comerciantes de armas y espías se mezclaban en el Gran Casino para cerrar negocios y urdir complots al son de los acordes de la orquesta. Incluso la mítica espía Mata Hari se dejaba ver entre las más altas esferas europeas.
El periódico francés Le Petit Parisien, publicó un extenso artículo sobre el tema, explicando como el Gran Casino se había convertido en un tablero de juego frecuentado por espías internacionales y refiriéndose a San Sebastián como un «nido de espías germánico». Cuando finalizó la Primera Guerra Mundial, se celebró en el Gran Casino un gran banquete para celebrar el armisticio, decorándose el edificio con las banderas de los países aliados.

Sin embargo, el declive del Gran Casino comenzó en el año 1924, cuando el dictador Primo de Rivera decretó la prohibición de los juegos de azar con la consiguiente clausura de los casinos. Muchos de los miembros de la jet set que hasta entonces acudían a San Sebastián atraídos por el glamour de su casino, cambiarían la Bella Easo, por la cercana Biarritz, donde si que estaba legalizados los juegos.
CICATRICES DE GUERRA EN LA FACHADA DEL AYUNTAMIENTO DE DONOSTIA
En la fachada de la casa consistorial donostiarra que da hacia el Boulevard, todavía se pueden ver decenas de balazos, que datan de los combates que acontecieron en la ciudad al iniciarse la Guerra Civil española.
Cuando estalló la Guerra Civil, San Sebastián se declaró fiel a la república, sin embargo, los rebeldes que simpatizaban con el alzamiento militar se atrincheraron en varios edificios como el Gobierno Militar, el hotel María Cristina y el Gran Casino.
Para conseguir la rendición de los sitiados, los pescadores anarquistas de Pasajes tomaron bajo su control el torpedero «Xauen«, y lo situaron en la bahía para bombardear los edificios tomados por los sublevados. Con su único cañón de escaso calibre, bombardearon el Gran Casino, y aunque sus obuses produjeron pocos daños, consiguieron desmoralizar a los allí atrincherados. La mayoría de los atrincherados en el Gran Casino, huyeron por la noche, y al día siguiente, el Gran Casino fue tomado al asalto por guardias civiles fieles a la república.
No fue hasta el año 1947, que finalmente el edificio que albergó el Gran Casino fue destinado a ser la nueva sede del ayuntamiento donostiarra, eso sí, después de haber vivido una vida corta pero llena de increíbles acontecimientos históricos.
UBICACIÓN DEL AYUNTAMIENTO DE DONOSTIA-SANSEBASTIÁN, ANTIGUO GRAN CASINO:
Precioso!
La verdad es que podemos presumir de ayuntamiento.
Muchas gracias por comentar.