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EL MONTE URGULL DE SAN SEBASTIÁN EL GUARDIÁN DONOSTIARRA
La historia de nuestra ciudad, se encuentra ligada a la historia del monte Urgull, bajo cuya protección se asentaron los primeros habitantes de la actual Donostia.
Y es que Donostia-San Sebastián no se puede entender sin el monte Urgull, ya que lo que originalmente fue una isla, fue recibiendo la deposición de arena proveniente de las mareas y el río Urumea, hasta formar el Tómbolo de San Sebastián.
Sin embargo, no fue hasta el siglo XII que Urgull quedó comunicado con tierra, aunque todavía en ocasiones el istmo era anegado por el mar.

HISTORIA DEL MONTE URGULL
Como un guardián, Urgull ha dado cobijo y ha facilitado la defensa y el desarrollo de la ciudad. Los primeros indicios arqueológicos que se han encontrado en las inmediaciones de Urgull, corresponden a época romana, aunque seguramente otras culturas se aprovecharon de la situación ventajosa de este lugar.
Los habitantes prerromanos que ocupaban estos tierras, pertenecían a la tribu de los várdulos, que ocupaban gran parte de la actual Gipuzkoa y un trozo de Álava, aunque San Sebastián se encontraría en la frontera con la tribu de los vascones, que tendrían su salida al mar por la actual Pasajes.
Urgull en la Edad Media
Tras la descomposición del Imperio Romano y la llegada de los pueblos bárbaros, continuaron varios siglos de oscuridad histórica, hasta el «nacimiento oficial» de Donostia, que se produjo con el «Fuero de San Sebastián» otorgado por el rey navarro Sancho VI el Sabio.
Claro está, que la concesión de este fuero fundacional no significa que San Sebastián no estuviera habitada anteriormente. A sus moradores originales, se les sumaron a partir del siglo XII los comerciantes gascones que se asentaron al cobijo del monte Urgull conscientes de las oportunidades comerciales que les brindaba su pequeño puerto.
Y fueron precisamente estos gascones, los que le dieron al monte el nombre por el que lo conocemos actualmente, Urgull, aunque no es el único topónimo gascón que se conserva en la ciudad, ya que hay muchos otros como Miramón o Ayete.
Fue también en el siglo XII cuando la naciente villa pesquera y comercial se rodeó con unas murallas y se protegió con un castillo en lo alto de Urgull.
Sin embargo, lo que debía ser el principal puerto del reino de Navarra, paso a manos de Castilla, junto a las provincias de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba en el 1200, lo que a corto y medio plazo benefició al comercio de San Sebastián ya que le abrió puertos tan importantes como los de Inglaterra primero, y los de todo un Nuevo Mundo unos pocos siglos más tarde.
Urgull durante la Edad Moderna
Durante la Edad Moderna, comenzaron a construirse y utilizarse barcos de cada vez más tamaño para exportar productos como el hierro gipuzkoano o la lana aragonesa y navarra, así como para navegar hasta Terranova persiguiendo a los preciados cetáceos, por lo que el muelle medieval que se encontraba en las faldas del monte Urgull se amplió y fue protegido por un dique.
Sin embargo,la situación estratégica y la bonanza económica de la ciudad, no paso desapercibida para las potencias europeas de la época, por lo que San Sebastián pasó a convertirse en una importante plaza fuerte del Reino de Castilla.
La primera prueba de fuego fue en 1512, cuando la ciudad se vio asediada por tropas navarras y francesas que intentaban la reconquista del reino navarro, recién anexionado por Castilla.
Los donostiarras tuvieron que quemar las casas y barracones de los arenales para evitar que el enemigo se parapetase en ellas, pero resistieron la embestida.
En 1515 se volvieron a mejorar las murallas y el castillo fue reforzado con cañones llegados desde Flandes por orden de Carlos V.
La entrada a la bahía se fortaleció con la construcción del torreón de Santa Clara, y la desembocadura del Urumea, con la Plataforma del Mirador.
Pocos años después, se construyó la muralla de Villaturiel (llamada así por el arquitecto que la diseñó), que bajaba desde el castillo de La Mota hacia el Urumea por el este, y hacia el puerto por el oeste.
La guarnición del castillo también se vio aumentada de 500 hombres a 2000, lo que da cuenta de la importancia que le otorgaba el emperador a nuestra ciudad.
En el año 1688, un rayo cayó sobre el polvorín del castillo, lo que provocó su estallido y la destrucción de gran parte de la fortaleza e incluso de varias casas de la villa, por lo que en 1691 se tuvo que emprender la reconstrucción de las defensas de la ciudad, que corrió a cargo del ingeniero Torreolli.

Baluarte del Mirador
Sobre el museo de San Telmo se encuentra el que fue el baluarte más importante de la fortaleza de Urgull.
Su origen se encuentra en una plataforma de vigilancia del siglo XVI, que evolucionó a batería y finalmente en baluarte en 1726, con el fin de controlar la desembocadura del Urumea y los arenales del Txofre (actual barrio de Gros), donde los sitiadores solían colocar su artillería buscando batir el tramo de muralla más débil.
Urgull durante la Edad Contemporánea
Guerra de la Independencia
El monte Urgull, tuvo un importante papel en uno de los acontecimientos más aciagos de la historia de San Sebastián. En 1808, la ciudad fue ocupada por las tropas napoleónicas tras la jugada maestra con la que el ejército francés consiguió establecerse en las principales plazas fuertes del país.
Sin embargo, unos pocos años después, la guerra de desgaste de las diferentes partidas guerrilleras que salpicaban el país, más la ayuda de las tropas inglesas, consiguieron dar la vuelta a la situación, poniendo en huida a las tropas francesas tras varias importantes derrotas como la de la batalla de Vitoria.
El 15 de agosto de 1813, la guarnición francesa que ocupaba San Sebastián, celebró la fiesta de San Napoleón. La artillería disparó varías salvas con todas sus piezas, y el castillo fue iluminado por la noche. Los ingleses pudieron leer Vive l’Empereur, escrito en caracteres de seis pies de altura. Los ingleses intentaron una acción sorpresa a media noche pero fueron rechazados a pie de las brechas.
La guarnición francesa que se encontraba acantonada en Donostia, hizo frente al asedio y el bombardeo de las tropas anglo-portuguesas dirigidas por el duque de Wellington, hasta el fatídico 31 de agosto de 1813, una fecha que quedó grabada a fuego en la historia de la ciudad.

Aquel día, una explosión en un polvorín junto a las murallas, provocó una brecha por la que se introdujeron, no sin antes sufrir grandes bajas, las tropas anglo-portuguesas.
Los soldados franceses huyeron y se atrincheraron en el castillo, y los soldados del duque de Wellington se dedicaron a incendiar, violar y saquear.
Finalmente, la guarnición francesa acabo rindiéndose, pero la jornada del 31 de agosto de 1813, pasó a formar parte de la historia negra de nuestra ciudad.
De aquella época, sobrevive en Urgull la batería de Napoleón, construida durante la ocupación francesa de la ciudad, y que pasó a rebautizarse como batería de Wellington.
Los Cien Mil Hijos de San Luis
Después de la destrucción de la ciudad, vino la ingente obra de reconstruirla, aunque la paz duro muy poco, exactamente 10 años. El rey absolutista Fernando VII, tuvo que ver como la liberal San Sebastián, no quiso rendirse ante los Cien Mil Hijos de San Luis, el ejército enviado por los países que integraban la Santa Alianza para apoyarle. Finalmente, Donostia acabó recapitulando y las tropas del duque de Angulema entraron en la ciudad, pero sin causar daños como hicieron las tropas inglesas años atrás.
Urgull durante las Guerras Carlistas
El siglo XIX, que empezó de manera sangrienta para la ciudad, siguió bajo la tutela del dios marte.
Los problemas sucesorios que originó la ausencia de descendencia masculina del rey Fernando VII, originaron las conocidas como Guerras Carlistas, que desangraron el país.
Los carlistas pusieron su punto de mira en las liberales San Sebastián y Bilbao, sitiándolas y bombardeándolas en varias ocasiones.
Testigo de aquellas guerras entre liberales y absolutistas, permanece el campanil que se construyó en el castillo, y que avisaba a los donostiarras cuando se disparaban los obuses desde las posiciones carlistas de los montes de alrededor.
Otro de los increíbles vestigios relacionados con las guerras carlistas, que podremos encontrar en el monte Urgull, son las tumbas del Cementerio de los Ingleses. Y es que en la ladera norte del monte, se encuentran enterrados los restos de algunos soldados y oficiales ingleses que combatieron junto a los liberales españoles durante la Primera Guerra Carlista, uno de los rincones más sorprendentes de nuestra ciudad.
Guerra hispano-estadounidense
A finales del siglo XIX, Estados Unidos declaró la guerra a España, ansioso de rapiñar los últimos dominios coloniales del país.
Donostia, al ser el lugar de veraneo de la familia real y del gobierno español, se convirtió en objeto de los marines estadounidenses, por lo que se reforzaron las fortificaciones del monte Urgull con la colocación de baterías con un alcance de hasta 9 kilómetros.
Por suerte para la ciudad, la guerra hispano-estadounidense se libro muy lejos de nuestras fronteras y las nuevas baterías no fueron utilizadas en combate.
Ya entrados en el siglo XX, el ayuntamiento inició los tramites para adquirir los terrenos del monte Urgull, firmando el documento de compraventa el 24 de agosto de 1921. Al año siguiente, se comenzó con la voladura de los edificios militares que salpican el monte.
Sin embargo, el intento de voladura del cuartel «a prueba de bomba» acabó de forma trágica, con la muerte del capitán de artillería José Irio, por lo que se detuvo el desmantelamiento de los edificios, que han llegado hasta nuestros días, otorgándoles diferentes usos.

EL CASTILLO DE LA MOTA
La cima del monte Urgull, se encuentra coronada por el castillo de la Mota. La actual fortificación, fue erigida sobre el castillo medieval mandado construir por el rey navarro Sancho el Fuerte en el siglo XII.
El castillo se encuentra formado por una plataforma con estructura de polígono irregular en cuyo centro se encuentra la fortificación de origen medieval conocida como el «Macho», donde residía el gobernador del castillo.
La Casa de la Historia de Urgull
Actualmente, en el interior del castillo se encuentra la Casa de la Historia de Urgull, donde se explica la historia de la ciudad desde sus orígenes.
Además de la Casa de la Historia, en lo alto del castillo podremos ver el aljibe, la capilla del Santo Cristo de la Mota, y varios cañones de diferentes épocas, algunos tan curiosos como el cañón Rosita Wicke, que cuenta con una curiosa inscripción.
El Sagrado Corazón del monte Urgull
Y en lo alto del monte Urgull, se encuentra una de las imágenes más características de San Sebastián, el Sagrado Corazón de Jesús en actitud de bendecir la ciudad. Proyectado por el escultor Federico Coullant-Valera y el arquitecto Pedro Muguruza ( autor también del Valle de los Caídos). Construido en 1950, la gran estatua de 12.50 metros de altura se asienta sobre una peana de 16 metros.
INFORMACIÓN DE INTERÉS
Horario de visita del monte Urgull
El acceso al monte Urgull se encuentra restringido por unas puertas metálicas, que son abiertas y cerradas por la guardia municipal, siendo su horario de apertura y cierre el siguiente:
Verano: 8.00 – 21.00
Invierno: 8.00 – 19.30
Plano del monte Urgull
La visita al monte Urgull es muy sencilla, ya que todos los senderos están bien señalizados.
Todos los puntos de interés poseen un panel informativo donde se explica la historia y curiosidades del lugar. Además, desde Urgull obtendremos algunas de las mejores vistas de Donostia-San Sebastián, siendo una de las visitas más recomendables de la ciudad.
🌳Urgull, un pequeño edén en el centro de la ciudad.
¿Sabías que en Urgull existen varias especies amenazadas y que incluso se han localizado endemismos que solo encontraremos aquí?
🌺Flora
En Urgull resiste el endemismo vasco-cantábrico Armeria euscadiensis, una pequeña planta que se encuentra en la Lista Roja de España y en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas.
🐞 Fauna
En el monte Urgull se han encontrado varias especies de interés, como los caracoles Elona quimperiana y Oxychilus basajauna, y el escarabajo Iberodorcadion fuliginator subespecie urgulli, considerado como un endemismo donostiarra.

🦎En el monte Urgull también se conservan poblaciones singulares de lagartija ibérica y salamandra común.
Lo excepcional es que las lagartijas (Podarcis hispanicus) de Urgull así como las de la isla de Santa Clara, presentan ciertas particularidades morfológicas consecuencia del aislamiento en que se mantuvieron estos lugares durante miles de años.
EL DRAGÓN DE URGULL 🐉
¿Sabías que en las entrañas del monte Urgull se esconde un dragón de dos cabezas y que sale cada año al final del verano para atemorizar a los moradores de la ciudad?
Se trata del herensuge, un dragón mitológico que aparece en la parte vieja de la ciudad, atraído por el ruido y el bullicio.
El dragón es perseguido por una valiente redera y un arrantzale que consiguen que vuelva a su morada bajo el castillo de Urgull y que se mantenga escondido hasta el año siguiente.
A mi este monte me encanta. Paseo…historia…el cementerio inglés me parece un rincón precioso