La localidad Navarra de Sangüesa (Zangoza en euskera) guarda una de las portadas más ricas y completas del románico español, la portada de la iglesia de Santa María.
El visitante que se acerque a Sangüesa podrá comprobar por sí mismo la riqueza con la que está decorada, multitud de esculturas representando figuras del viejo y nuevo testamento, diferentes oficios, animales fantásticos y caballeros medievales adornan la fachada del templo.

Una de las primeras cosas que nos llama la atención es que está dividida en dos partes bien diferenciadas y esculpidas de muy diferente forma, por lo que se atribuye a dos maestros diferentes su construcción.

Conocemos el nombre del maestro constructor del tímpano, arquivoltas y las estatuas- columnas, ya que una de estas, la estatua central del grupo de la izquierda, que representa a la virgen María, sujeta un libro con su nombre inscrito: Leodegarius.

El otro maestro se identifica como el «Maestro de San Juan de la Peña», y se le atribuyen las dos galerías con arcos de la parte superior y tal vez las enjutas.

Se sabe que la iglesia fue donada en 1131 por el rey Alfonso I el batallador a los caballeros de la orden de San Juan de Jerusalén. Ya sabéis que dejó en su testamento todas sus posesiones en Navarra y Aragón a las órdenes militares, cosa que disgustó sobremanera a los nobles (vamos, que se quedaron con la misma cara que la tuya cuando tu tía la beata dejó sus casas y terrenos a las monjitas).



Vale la pena contemplar y admirar el riquísimo simbolismo del arte románico concentrado en esta portada.




UBICACIÓN: