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QUÉ VER EN IDIAZABAL. MUCHO MÁS QUE LA CUNA DE UN QUESO EXTRAORDINARIO.
En la comarca gipuzkoana del Goierri, entre Olaberria y la medieval Segura, se encuentra el pueblo de Idiazabal, cuyo nombre seguramente os resultará conocido por el famoso queso que lleva su nombre.
Sin embargo, aunque el visitante se acercará atraído por la fama internacional de esta denominación de origen, a de saber que Idiazabal esconde otros tesoros.
¿Conoces la portada románica de su iglesia, adornada con símbolos antiquísimos, los megalitos que salpican sus montes, o el recóndito valle de Urtsuaran?

HISTORIA DE IDIAZABAL
• Prehistoria
Durante el Mesolítico, el periodo de transición entre el Paleolítico y el Neolítico, existió en los montes de Idiazabal, a 700 m de altitud, un asentamiento humano al aire libre en un paraje conocido como Artegieta, donde se han encontrado numerosos restos de sílex.
En un dolmen de Idiazabal, Unanibi, se encontraron también las primeras piezas pulimentados del neolítico en Gipuzkoa.
Hace alrededor de 5.000 años, durante el Calcolítico, nuestros antepasados comenzaron a trabajar los metales que encontraban en las vetas superficiales de su entorno, para crear adornos y pequeños objetos.
La sierra que va desde Idiazabal hasta Ataun, y que hace de muga entre Navarra y Gipuzkoa, se haya salpicada de monumentos megalíticos, donde se han encontrado varios de estos «tesoros», como la espiral de oro hallada en el dolmen de Zorroztarri, o el arete del dolmen de Praalata.

•Edad Antigua
En 1898, se encontró en una cantera de Idiazabal, un pequeño tesorillo formado por seis monedas de bronce romanas de época altoimperial. Dos de ellas acuñadas por Antonino Pío, dos de la emperatriz Faustina y otras dos de Cómodo.
Este hallazgo no nos permite determinar presencia romana en Idiazabal, aunque es posible que miembros de la tribu bárdula, que habitaba gran parte de la actual Gipuzkoa, tuviesen contacto e intercambios comerciales con los romanos.
• Edad Media
Idiazabal, hizo su aparición en la historia escrita en un documento de 1199. Eran tiempos convulsos y difíciles. En el 1200, Gipuzkoa había pasado a formar parte del Reino de Castilla, por lo que Idiazabal pasó a convertirse en frontera con el Reino de Navarra. Los ataques, saqueos y robos de ganado eran constantes por ambas partes, por lo que aquella muga, pasó a conocerse como frontera de malhechores.
Además, los señores de la guerra conocidos como Parientes Mayores, tenían atemorizados al campesinado, mientras hacían de la guerra y el bandidaje su modo de vida.
Para buscar protección contra los desmanes de los banderizos, la universidad de Idiazabal, se uniese a la villa amurallada de Segura (fundada por el rey Alfonso X el Sabio en 1256) en 1384.
Durante la Edad Media, se produjo un incremento de la explotación de los bosques, lo que hizo que se buscasen fórmulas para su aprovechamiento por parte de los diferentes sectores (ganaderos, agricultores, constructores, terrones, etc…) y los núcleos habitados (villas, concejos, etc..). Por ello, en algunos puntos de Gipuzkoa se crearon las parzonerias. En 1430, se creó la Parzonería de Guipúzcoa y Álava, formada por Segura, Zerain, Idiazabal y Zegama junto a la localidad alavesa de Salvatierra-Agurain para la explotación de los montes de Altzania. Llegando este organismo de origen medieval, hasta nuestros días.
• Edad Moderna
Durante la Edad Moderna, se produjo en Gipuzkoa un aumento de la población, gracias, entre otros factores, a «la revolución del maíz». Es decir, a los alimentos introducidos de América y que lograron paliar las hambrunas que se produjeron en el siglo XV.
En Idiazabal este crecimiento se vio reflejado en la ampliación del templo parroquial de San Miguel entre los siglos XVI y XVII. También en que consiguió el título de villa y la separación de Segura en el año 1615, bajo pago de 70.795 reales.

• Edad Contemporánea.
El siglo XVIII acabó con gran parte de Gipuzkoa, ocupada por las tropas francesas, a causa de la guerra de la Convención (1793-1795). Y aunque las tropas revolucionarias no llegasen hasta Idiazabal (llegaron a ocupar Tolosa, a 25 kilómetros), la villa tuvo que aportar grandes sumas de dinero para sufragar la defensa de la provincia y además, deshacerse de los objetos de plata de la parroquia.
Aunque el siglo XIX estuvo plagado de guerras, Idiazabal quedó relativamente al margen de ellas. Ya que se encontraba algo alejado de las principales vías de comunicación.
(Según el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar, de Pascual Madoz, obra publicada en la mitad del siglo XIX: Idiazabal tiene caminos a Beasain, Segura y los montes, pero en muy mal estado, aunque este año se ha empezado a construir uno de coches de Beasain a Alsasua, el cual atraviesa la plaza de Idiazabal).
Hay que recalcar, que el padre de Tomás de Zumalakarregi, el famoso general que murió durante la Primera Guerra Carlista y se convirtió en un mito para los carlistas, fue escribano en Idiazabal. Además que el mismo Zumalakarregi estuvo en 1801 en Idiazabal para estudiar el oficio de su progenitor.
Durante el siglo XIX, bien por las guerras (muchos soldados carlistas prefirieron huir antes de rendirse a los liberales), o porque el campo no daba comida para todos los miembros de la familia (según Madoz: Idiazabal, produce trigo, maíz, habichuelas, habas, patatas y castañas, hay ganado vacuno y lanar de cuya leche se hacen muy buenos quesos; hay caza de liebres y corzos y pesca de truchas y anguilas), muchos habitantes de Idiazabal emigraron a América buscando hacer fortuna, y muchos de ellos lo lograron, volviendo en su vejez a su pueblo y construyendo bonitas casonas de indianos.

QUÉ VER EN IDIAZABAL
QUÉ VER EN IDIAZABAL. PATRIMONIO RELIGIOSO.
•Iglesia de San Miguel de Idiazabal
En el centro de Idiazabal, sobresale el templo parroquial consagrado a San Miguel Arcángel, que tiene su origen en el siglo XII. Durante el siglo XVI y XVII fue ampliada, pero aún conserva la portada del siglo XIII, una de las joyas románicas (aunque sea de transición al gótico) de la provincia.

En su interior, sobresale el retablo barroco del siglo XVIII. Sin embargo, deberemos detenernos en el exterior del templo para contemplar la portada y la rica iconografía tallada en ella. En esta se entremezcla la simbología pagana con la cristiana.
• Ermita de San Ignacio
Junto a la carretera que se dirige de Idiazabal, tras pasar el barrio de Katea y la fábrica de Ampo, se encuentra la ermita dedicada a San Ignacio.
Cuenta la tradición, que en lo que si origen fue un humilladero, fue transformado en ermita tras parar a descansar aquí San Ignacio cuando regresaba a Loiola después de resultar herido en Pamplona el 20 de Mayo de 1521.
En su interior, destaca el retablo del siglo XVIII presidido por la talla dedicada al patrón de Gipuzkoa.
• Ermita de Gurutzeta
Sobre Idiazabal, se encuentra otro de los tesoros de Idiazabal, la ermita de Gurutzeta.
Según la tradición, esta sería el primer templo que tuvo Idiazabal.
En su interior, se guarda la talla gótica de la virgen de Gurutzeta, del siglo XIII, así como un relicario que guarda un supuesto trozo de la cruz donde murió Cristo o » «lignun crucis».
•Ermita San Esteban de Agirre
Muy cerca del camino de Santiago, en el tramo que se dirige desde Idiazabal a Segura, se encuentra la antigua ermita de San Esteban.
Documentada a principios del siglo XVII, esta ermita rectangular, fue construida con sillares y según Peña Santiago, hasta hace unos años existía la tradición de subir cantando letanías el segundo día de la Ascensión.
En su interior, se puede ver un antiguo retablo y algunas tallas entre las que se encuentra San Esteban.
Iglesia de Santa Engracia
La iglesia de Santa Engracia o Engratzia del barrio de Urtsuaran de Idiazabal, es relativamente moderna, si la comparamos con las de su alrededor.
Se construyó en 1869, lo que no desmerece su encanto rural junto al río que da nombre al barrio.
QUÉ VER EN IDIAZABAL. PATRIMONIO CIVIL.
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Los caseríos (baserriak en euskera)
Un paseo por los alrededores de Idiazabal nos brindará la ocasión de ver bonitos ejemplares de caseríos. Algunos de ellos del siglo XVI, y otros agrandados y casi reconvertidos en palacios. Entre los caseríos que sobresalen en Idiazabal se encuentran los siguientes: Maugia, Arimasagasti, Oiarbide, Eztenaga, Urbizu Gerriko, etc…

• Palacios de Indianos
Como hemos visto anteriormente, durante siglo XIX no fueron pocos los y las idiazabaldarras que emigraron a América buscando un futuro mejor. Algunos de ellos, consiguieron hacer fortuna y años más tarde, regresaron a su localidad natal construyendo grandes casonas y palacetes para hacer ostentación de su riqueza.
En Idiazabal, tenemos muchos ejemplos de este tipo de arquitectura, destacando la casa Altolagirre Enea (o Txomenane, por ser este el nombre del caserío en cuyos terrenos se construyó), que se encuentra frente al ayuntamiento y que cuenta en su jardín con grandes palmeras y otros árboles plantados por los indianos.
Otro de los palacios destacables es el de Pilarrenea, a la que el indiano Demetrio Jauregialtzo, llamó así en honor de su mujer, Pilar Gastamintza.
El hermoso edificio, cumplió los cien años de vida el pasado 2020, albergando actualmente varios servicios municipales, como el centro de día, o un pequeño restaurante.
QUÉ VER EN IDIAZABAL. PATRIMONIO NATURAL.
• Montañas
Idiazabal, se encuentra protegida por el Este, por suaves montañas que no llegan a los 800 m de altura, en cuyas laderas se encuentran los pastos donde campan las ovejas que producen su famoso queso. En menos de dos horas podremos subir y conocer las montañas que rodean el pueblo, entre las que se encuentran Andrelorriaga (725m) o Atxurbide (782m).

• Parques y jardines de Idiazabal
En Idiazabal, podremos disfrutar de varios parques y jardines, que ocupan casi el 15% del suelo urbano del municipio.
Entre estos, destaca el parque de Txomenarena, que se encuentra en el centro del pueblo, y pertenecía al palacio de Indianos de mismo nombre. La familia propietaria del palacio y los terrenos, comenzó a plantar en los años 20 del pasado siglo, árboles de todos los continentes.
Entre los ejemplares del parque, destacan los cedros del Atlas de 26 m de altura, los cedros blancos de California, de 21 m, y los magnolios.
Jardín de Pilarrenea
Como hemos podido leer antes, Pilarrenea, fue construida en 1920 en estilo neovasco.
Entre los árboles, destacan cedros del Atlas y los abetos rojos, entre otros. Es de destacar también, el cenador rústico, construido en cemento y que se puso de moda en el siglo XIX.
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El queso de Idiazabal
Desde hace miles de años, los pastores han recorrido los montes de lo que hoy es Idiazabal y su entorno buscando pastos para su ganado, llegando hasta nosotros las tumbas megalíticas que construyeron en estos mágicos parajes y tesoros de incalculable valor como es el queso de Idiazabal.
Para preservar la autenticidad de este legado, se creó en 1987 la Denominación de Origen Idiazabal, que vela para que se mantenga la calidad y reputación de estos quesos, cuya producción se limita a Euskadi y Navarra.
El queso Idiazabal, solo puede elaborarse con leche de ovejas autóctonas de raza Latxa y Carranzana, y debe tener una maduración mínima de dos meses, entre otros muchos requisitos.

Centro de Interpretación y Degustación del Queso Idiazabal.
Para conocer todos los secretos de esta denominación de origen, su producción y la forma de vida de sus productores, lo mejor es acudir al Centro de Interpretación y Degustación del Queso.
Una visita didáctica y amena, en la que la responsable de la visita nos transmitirá la increíble historia y elaboración de este manjar desde sus orígenes hasta la actualidad, resolviendo todas nuestras dudas y pudiendo saborear este delicioso queso.

Más información:
https://www.idiazabalturismo.com/es/organiza-tu-visita/horario.html
Dirección:
Monumento al pastor
En la plaza que hay junto a la parroquia de Idiazabal, se encuentra este bonito homenaje a todos los pastores que con su sacrificio han hecho llegar hasta nuestros días el secreto del queso de Idiazabal.
Dirección:
Plaza de San Miguel Arcángel – 20213 Idiazabal
Como habéis podido comprobar, hay mucho que descubrir en Idiazabal. Aunque seguramente os acerquéis atraídos por la fama de sus quesos, descubriréis un pequeño paraíso rural en la mágica comarca del Goierri.
🥗Donde comer en Idiazabal
Frente al Centro de Interpretación del Queso de Idiazabal, se encuentra el restaurante Pilarrenea.
Situado en la planta baja de la antigua casa de Indianos, cuenta con una espléndida terraza donde podremos comer raciones y platos combinados mientras disfrutamos del jardín histórico de Pilarrenea.
UBICACIÓN DE IDIAZABAL:
QUÉ VER CERCA DE IDIAZABAL
🌳QUÉ VER EN ALKIZA. BALUARTE MEDIO AMBIENTAL Y CULTURAL DE GIPUZKOA.
⛰QUÉ VER EN AMEZKETA. EL PUEBLO BAJO LA SOMBRA DEL GIGANTE ARALAR.
🏛GUÍA PARA DESCUBRIR LA HISTÓRICA VILLA DE TOLOSA. QUÉ VER Y HACER EN LA PRIMERA CAPITAL DE GIPUZKOA