LA PUERTA DE ISHTAR

MARAVILLA DEL MUNDO ANTIGUO

De las siete maravillas del mundo antiguo, solamente las pirámides de Egipto han sobrevivido al devenir de los siglos. De las otras, apenas nos ha llegado una pequeña parte (templo de Artemisa) o parte de sus materiales originales reutilizados en edificaciones posteriores. Incluso hay una de la que se duda de su existencia: los jardines colgantes de Babilonia.

Por suerte, aunque no quede nada de los jardines (si es que realmente existieron) si que tenemos la oportunidad de disfrutar de una parte de las murallas de Babilonia, ciudad que llegó a ser la más grande del mundo en su época.

Para disfrutar de estos increíbles restos, no deberemos ir hasta el actual Irak, lugar donde se encontraba esta mítica urbe, ya que se encuentran en una ubicación más accesible, el museo de Pérgamo de Berlín.

Y es que los restos de una de las de las ocho puertas que tenía la muralla de Babilonia en tiempos de Nabucodonosor II, fueron descubiertos por arqueólogos alemanes durante las campañas arqueológicas que se llevaron a cabo entre los años 1902 y 1914.

Trasladados al museo de Pérgamo, los expertos reconstruyeron el colosal rompecabezas formado por ladrillos vidriados azules, rojos y amarillos hasta volver a dar vida a la puerta de Ishtar.
Construida en el año 575 a. C. en el lado norte de la ciudad, la colosal puerta de Ishtar, servía de entrada al templo de Marduk, y estaba decorada con figuras se dragones, leones y toros, además de otros seres mitológicos.


Y es que los éxitos militares de Nabucodonosor II, como la derrota del ejército egipcio o la destrucción y saqueo del templo de Salomón en Jerusalén, se vieron reflejados en la construcción de la majestuosa y mítica Babilonia.

En mi opinión, el museo de Pérgamo es una de las visitas imprescindibles en Berlín, y a falta de conocer si los jardines colgantes fueron un mito o realmente existieron, la puerta de Ishtar merecía ser una de las siete maravillas del mundo antiguo.

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