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LOS SECRETOS DEL PUENTE DE LOS SUSPIROS DE VENECIA
La ciudad de Venecia, con muchos siglos de historia a su espalda y una arquitectura maravillosa, es un auténtico monumento al aire libre. Muy cerca de la famosa plaza de San Marcos, el corazón de la ciudad, se encuentra el puente de los Suspiros, uno de los lugares más bellos y parada imprescindible en nuestra visita a la ciudad de los canales.
¿DONDE ESTÁ EL PUENTE DE LOS SUSPIROS?
El puente de los Suspiros se encuentra en el distrito de San Marco y une el Palacio Ducal de Venecia con las Nuevas Prisiones.
Este bello monumento se puede ver desde el Ponte della Plaglia, que une la Plaza de San Marcos con la Riva degli Schiavoni, o desde el Ponte della Canonica, aunque la mejor postal se obtiene desde el primer puente. También se puede pasar por su interior, visitando el Palacio Ducal.
¿CUANDO SE CONSTRUYÓ EL PUENTE DE LOS SUSPIROS Y QUIÉN FUE SU AUTOR?
El puente de los Suspiros se construyó entre 1600 y 1603 con el diseño del arquitecto Antonio Contin (1566-1600), cuyo abuelo, Antonio da Ponte, diseñó el puente de Rialto.

El material utilizado para construir el puente de 11 metros de longitud, es la piedra caliza blanca de Istria.
Esta piedra se utilizaba debido a su gran resistencia a la corrosión salina y se ha utilizado en la ciudad de los canales desde el siglo XIII, cuando los venecianos conquistaron la península de Istria, en Croacia.
DESCRIPCION
El puente de los Suspiros, es de estilo barroco, y se construyó con una estructura cerrada, al contrario del resto de puentes de Venecia, para evitar la fuga de los prisioneros.
En el centro del puente, se encuentra tres escudos de armas del Dux Marino Grimani (1532-1605), bajo su mandato se ordenó la construcción del puente.
El puente cuenta con dos ventanas por donde el condenado podía realizar una última mirada fugaz al exterior, siendo en algunas ocasiones la última vez que veían la luz del sol.
El arco inferior, se encuentra decorado con 10 mascarones con cabezas antropomorfas y un mascarón con una cabeza de león en su centro. En la parte superior del puente, se representa esculpida una estatua de la justicia, escoltada por dos leones.

HISTORIA DEL PUENTE DE LOS SUSPIROS
El Palacio Ducal, funcionaba como sede de todas la instituciones gubernamentales de Venecia, como las de justicia, por lo que también contaba con cárcel, las temidas Piombis.
Por lo que a mediados del siglo XVI, se decidió construir un edificio al otro lado del río di Palazzo, las Prigioni Nuovissime o Nuevas Prisiones, diseñadas por Antonio Contin, el mismo arquitecto que diseñó el puente de los Suspiros.
En esta nueva prisión, se construyeron las celdas con mejores condiciones de habitabilidad y salubridad para los presos, siendo considerado como el primer edificio de prisiones autónomo de Europa, con un funcionamiento parecido al de las actuales cárceles. Para conectar el Palacio Ducal con el nuevo edificio, se construyó el Puente de los Suspiros.
El origen del nombre
Cuando se finalizó la construcción del puente, aún no tenía ningún nombre asignado. Hubo que esperar hasta el siglo XIX, cuando Venecia comenzó a ser frecuentada por los viajeros románticos del norte de Europa para que el puente fuera bautizado.
Según la leyenda, fue el poeta Lord Byron, el que acuñó el nombre de puente de los Suspiros, haciendo referencia a los presos que eran juzgados en el Palacio Ducal y conducidos a las prisiones, y que al pasar por el puente suspiraban porque no volverían a ver la luz del sol en mucho tiempo.
Como hemos visto, el puente de los Suspiros de Venecia es uno de los rincones más bellos y fotografiados de la ciudad, uno de los lugares donde debemos pararnos a contemplar la belleza que nos regala una de las ciudad más bonitas del mundo.
UBICACIÓN DEL PUENTE DE LOS SUSPIROS:
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Romántico y tétrico este puente techado. Romántico si vas con la persona amada y la besas en la oscuridad y silencio ante de pasar a ver las cárceles. Tétrico si piensas en todos los hombres que veían la ciudad por los resquicios de piedra y sus rayos de sol, quizás por última vez o por un largo tiempo antes de entrar a la cárcel. Gracias, Lord Byron por el nombre. Lo siento, Casanova.