LA LEYENDA DEL BASILISCO Y EL DESPOBLADO DE URRIALDO EN ARABA
En la mitología europea y los bestiarios medievales, el basilisco era considerado como un ser con cuerpo de reptil y cabeza de gallo, que podía matar solamente con la mirada. La palabra basilisco, provine del griego βασιλίσκος basilískos, que significa «pequeño rey», ya que se le solía representar con una cresta en forma de mitra o corona.

Según la leyenda, los basiliscos surgían cuando un huevo de gallina era incubado por una serpiente o un sapo.
Así en la enciclopedia Naturalis historia de Plinio el Viejo, el basilisco era descrito como una serpiente que deja un rastro de veneno mortal y es capaz de matar con solo mirar. También según Plinio el Viejo, su debilidad era el olor a comadreja, que servía para tenderle trampas para capturarlos en agujeros.

Leonardo da Vinci, también incluyó a los basiliscos en su bestiario, describiendo como solamente con su aliento era capaz de secar la hierva y partir las piedras.
Se cree que la leyenda de los basiliscos, provienen de las descripciones que hacían los viajeros en la antigüedad de las cobras, algunas de cuyas especies pueden escupir veneno.
Así que como vemos, las leyendas sobre los basiliscos fueron muy común en la antigüedad, incluso en la península ibérica. Como por ejemplo en la mitología cántabra, donde el basiliscu habría desaparecido en todo el planeta excepto en los montes de Cantabria.

En la provincia de Álava, existe la leyenda del basilisco de Urrialdo, que se utilizaba para explicar el despoblamiento del pueblo. Según la la leyenda narrada por el cronista alavés Manuel Diaz de Arcaya en 1899, exisitía en el pueblo de Urrialdo una fuente donde vivía un basilisco. La leyenda es la siguiente:
El 24 de junio de 1335, cuatro caballeros partieron del castillo de Guevara, cuando al llegar cerca de Mendoza vieron a la mujer y la hija del señor de Mendoza y trazaron un plan para secuestrarlas. Sin embargo, el señor del palacio de Mendoza, llegó antes de que se consumase el secuestro y puso en fuga a los asaltantes, huyendo uno de ellos, el capitán Yago, hacia la parroquia de Urrialdo.

Por lo que el señor de Mendoza, dio orden a sus súbditos de Urrialdo, a que lo buscasen para darle muerte. Sin embargo, el capitán Yago había huido ayudado por uno de sus compinches, que le llevo hasta la casa de un brujo para que se vengase de los de Urrialdo y del señor de Mendoza.
El brujo conjuró un maleficio, apareciendo ante el asombro de los caballeros un gallo que puso un huevo. El brujo le dijo al capitán que pusiese el huevo en la fuente de Urrialdo y que al día siguiente nacería el basilisco.

Unas semanas después, el señor de Mendoza, Don Pedro González, partió para guerrear junto al rey de Castilla en Portugal, mientras que los habitantes de Urrialdo veían como sus cosechas se perdían y los habitantes iban muriendo. Por lo que el 1 de Agosto de 1335, los habitantes de la comarca partieron en procesión a la iglesia de Urrialdo para pedir el fin de la misteriosa plaga.
En aquella procesión iba el escudero del caballero Yago, que acabó confesando que fue su señor ayudado por un brujo el que había colocado el huevo que engendró al basilisco. Por lo que una multitud se dirigió a casa del hechicero y lo llevaron hasta Urrialdo para que acabase con su creación. El brujo se adentró en la arboleda donde estaba la fuente y apareció con el basilisco muerto, diciendo lo siguiente: sirva la terrible pistia (piztia significa bestia o alimaña en euskera)de pasto a la voracidad de los cuervos.
Según el autor de la narración, hasta la mitad del siglo XIX se guardaba en la iglesia de Urrialdo lo que se aseguraba que era el esqueleto de Urrialdo.

Hoy en día, queda muy poco del antiguo pueblo de Urrialdo, creyéndose que fue abandonado en el siglo XIV por las luchas banderizas.
UBICACIÓN:
- El basilisco de Urrialdo. Manuel Diaz de Arcaya.
- The medieval Bestiary. Basilisk